Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 66:5-23 verso por verso
Escuchen la palabra del SEÑOR, ustedes los que tiemblan ante su palabra: “Sus hermanos, que los aborrecen y los excluyen por causa de mi nombre, han dicho: ‘El SEÑOR sea glorificado, y veamos su alegría’. Pero ellos serán avergonzados.
¡Sonido de tumulto proviene de la ciudad! ¡Sonido que procede del templo! ¡Voz del SEÑOR, que da su retribución a sus enemigos!
“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz un hijo! ¡Antes que le vinieran los dolores, dio a luz un varón!
¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas? ¿Podrá nacer un país en un solo día? ¿Nacerá una nación en un instante? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos.
Yo que abro la matriz, ¿no haré dar a luz?, ha dicho el SEÑOR. Yo que hago nacer, ¿la habré de cerrar?, ha dicho tu Dios.
“Alégrense con Jerusalén, y gócense con ella, todos los que la aman. Regocíjense, todos los que están de duelo por ella,
para que mamen y se sacien de los pechos de sus consolaciones, para que absorban y se deleiten a seno lleno”.
Porque así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo extiendo sobre ella la paz como un río, y la gloria de las naciones como un arroyo que se desborda. Mamarán y serán traídos sobre la cadera, y sobre las rodillas serán acariciados.
Como aquel a quien su madre consuela, así los consolaré yo a ustedes. En Jerusalén serán consolados.
Ustedes lo verán, y se alegrará su corazón; sus huesos florecerán como la hierba. Se dará a conocer que la mano del SEÑOR está con sus siervos, pero su indignación está con sus enemigos.
Porque he aquí que el SEÑOR vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con ardor y su reprensión con llamas de fuego.
Porque el SEÑOR juzgará con fuego; y con espada, a todo mortal. Muchos serán los que morirán a causa del SEÑOR.
“Los que se consagran y se purifican para ir a los jardines, siguiendo a uno que está en el centro y comiendo carne de cerdo y de cosas detestables como el ratón, serán aniquilados juntos, dice el SEÑOR.
Pero yo conozco sus obras y sus pensamientos. Ya llegará el tiempo para reunir a todas las naciones y lenguas; ellas vendrán y verán mi gloria.
Pondré en ellos una señal, y enviaré algunos de los sobrevivientes de ellos a las naciones: a Tarsis, a Fut, a Lidia (donde disparan el arco), a Tubal, a Grecia y a las costas más distantes que no han oído de mi fama ni han visto mi gloria, para que anuncien mi gloria entre las naciones.
Y traerán a todos los hermanos de ustedes de entre todas las naciones, como ofrenda al SEÑOR, a mi santo monte en Jerusalén, tanto en caballos como en carros, en literas, en mulos y en camellos, de la misma manera que los hijos de Israel traen su ofrenda en vasijas limpias a la casa del SEÑOR, ha dicho el SEÑOR.
Y también de entre ellos tomaré para sacerdotes y levitas, ha dicho el SEÑOR.
Porque como permanecerán delante de mí los cielos nuevos y la tierra nueva que yo haré, así permanecerá la descendencia y el nombre de ustedes, dice el SEÑOR.
“Sucederá que de mes en mes y de sábado en sábado vendrá todo mortal para postrarse delante de mí, ha dicho el SEÑOR.