Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 7:10-23 verso por verso
El SEÑOR volvió a hablar a Acaz diciendo:
— Pide para ti una señal de parte del SEÑOR tu Dios; de abajo en el Seol, o de arriba en lo alto.
Acaz respondió: — No pediré ni probaré al SEÑOR.
Entonces Isaías dijo: — Escuchen, oh casa de David: ¿Les es poco el ser molestos a los hombres, para que también sean molestos a mi Dios?
Por tanto, el mismo Señor les dará la señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Él comerá leche cuajada y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.
Ciertamente, antes de que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes a quienes tienes miedo será abandonada.
»Entonces el SEÑOR hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como no los ha habido desde el día en que Efraín se separó de Judá; esto es, al rey de Asiria.
Acontecerá en aquel día que el SEÑOR silbará a la mosca que está en el extremo de los ríos de Egipto y a la abeja que está en la tierra de Asiria.
Y vendrán y se asentarán todos en las quebradas escarpadas, en las hendiduras de las peñas, en todos los espinos y en todos los lugares de aguas.
En aquel día, con navaja alquilada de más allá del Río, es decir, con el rey de Asiria, el Señor rasurará la cabeza y el vello de las piernas, y quitará también la barba.
»Acontecerá en aquel día que un hombre criará una vaca y dos ovejas.
Y sucederá que a causa de la abundancia de leche comerá leche cuajada. Porque todo aquel que quede en medio del país comerá leche cuajada y miel.
»Acontecerá también en aquel día que el lugar donde había mil vides, que valían once kilos de plata, será para los espinos y para los cardos.