• Isaías 8:5

    Otra vez el SEÑOR volvió a hablarme diciendo:

  • Isaías 8:6

    “Por cuanto este pueblo desechó las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se alegró con Rezín y con el hijo de Remalías,

  • Isaías 8:7

    he aquí que por ello el Señor hace subir sobre ellos las impetuosas y abundantes aguas del Río, es decir, al rey de Asiria con toda su gloria. Él se desbordará por todos sus cauces y pasará sobre todas sus riberas.

  • Isaías 8:8

    Pasará por Judá inundando y creciendo; llegará hasta el cuello. Con sus alas extendidas llenará la amplitud de tu tierra. ¡Oh Emanuel!”.

  • Isaías 8:9

    Sépanlo, oh pueblos, y llénense de terror. Presten atención, todos los confines de la tierra: ¡Cíñanse y llénense de terror! ¡Cíñanse y llénense de terror!

  • Isaías 8:10

    Tomen consejo, pero será anulado; profieran palabra, pero no se realizará, porque Dios está con nosotros.

  • Isaías 8:11

    Pues así me ha hablado el SEÑOR con mano fuerte, y me ha instruido para que no camine por el camino de este pueblo, diciendo:

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