Explicación, estudio y comentario bíblico de Isaías 9:17-18 verso por verso
Por tanto, el Señor no se compadecerá de sus jóvenes ni tendrá misericordia de sus huérfanos ni de sus viudas. Porque cada uno es impío y malhechor, y toda boca habla insensatez. A pesar de todo esto, no ha cesado su furor, y su mano todavía está extendida.
La maldad arde como fuego y devora espinos y cardos. Se enciende en la espesura del bosque y se levanta en remolinos de humo.