Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 11:2-10 verso por verso
— Escuchen las palabras de este pacto y hablen a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén.
Tú les dirás que así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Maldito el hombre que no obedece las palabras de este pacto
que mandé a sus padres el día en que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: ‘Oigan mi voz y hagan conforme a todo lo que yo les mando. Así serán mi pueblo, y yo seré su Dios;
para confirmar el juramento que hice a sus padres de darles la tierra que fluye leche y miel, como en este día’ ”. Yo respondí: — Así sea, oh SEÑOR.
Entonces el SEÑOR me dijo: — Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Oigan las palabras de este pacto y pónganlas por obra.
Porque bien advertí a sus padres el día en que los hice subir de la tierra de Egipto y hasta el día de hoy, advirtiéndoles persistentemente y diciendo: ‘Escuchen mi voz’.
Pero no escucharon ni inclinaron su oído. Más bien, se fueron cada uno tras la dureza de su malvado corazón. Por eso traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto que mandé que cumplieran, pero que no cumplieron”.
Además, el SEÑOR me dijo: — Se ha hallado conspiración entre los hijos de Judá y entre los habitantes de Jerusalén.
Se han vuelto a las maldades de sus primeros padres, quienes rehusaron escuchar mis palabras; se han ido tras otros dioses para servirles. La casa de Israel y la casa de Judá han invalidado mi pacto que concerté con sus padres.