Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 16:5-13 verso por verso
Así ha dicho el SEÑOR: “No entres en la casa donde haya duelo ni acudas a lamentar ni les expreses tu condolencia; porque he quitado de este pueblo mi paz, y asimismo la compasión y la misericordia, dice el SEÑOR.
Morirán en esta tierra grandes y pequeños. No serán sepultados ni los llorarán. No se sajarán por ellos ni se raparán la cabeza.
No partirán pan de duelo para consolarlos por sus muertos, ni les darán a beber de la copa de consolación por su padre o por su madre.
“Asimismo, no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos para comer o beber.
Porque así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: ‘He aquí que yo hago cesar en este lugar, ante los ojos de ustedes y en sus días, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia’.
“Acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán: ‘¿Por qué ha decretado el SEÑOR contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Cuál es nuestra maldad? ¿O cuál es nuestro pecado que hemos cometido contra el SEÑOR nuestro Dios?’.
Entonces les dirás: ‘El SEÑOR dice: Porque los padres de ustedes me abandonaron, se fueron en pos de otros dioses y les rindieron culto; porque se postraron ante ellos, mientras que a mí me abandonaron y no guardaron mi ley.
Y ustedes han actuado peor que sus padres; porque he aquí que ustedes se van cada uno tras la porfía de su malvado corazón, sin escucharme a mí.
Por tanto, los arrojaré de esta tierra a una tierra que ni ustedes ni sus padres han conocido. Allá servirán a otros dioses día y noche, porque no les mostraré clemencia’.