Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 19:4-24 verso por verso
Porque me han abandonado, han hecho de este lugar algo extraño, y en él han quemado incienso a otros dioses que no conocieron ellos ni sus padres ni los reyes de Judá. Han llenado este lugar con sangre de inocentes.
Han edificado lugares altos a Baal para quemar en el fuego a sus hijos en holocausto a Baal; cosa que no les mandé ni hablé ni me vino a la mente.
Por tanto, dice el SEÑOR, he aquí que vendrán días cuando este lugar no se llamará más Tófet ni valle de Ben-hinom, sino valle de la Matanza.
En este lugar anularé el consejo de Judá y de Jerusalén. Los haré caer a espada delante de sus enemigos y en mano de los que buscan su vida. Daré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a los animales de la tierra.
Convertiré a esta ciudad en horror y rechifla: Todo el que pase por ella quedará horrorizado y silbará por causa de todas sus plagas.
Los haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas. En el asedio y en la angustia con que los angustiarán sus enemigos y los que buscan sus vidas, cada uno comerá la carne de su prójimo’.
“Luego quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que vayan contigo,
y les dirás que así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: ‘Así quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra un vaso de barro que no se puede volver a restaurar. En el Tófet serán sepultados, porque no habrá otro lugar para sepultar.
Así haré a este lugar y a sus habitantes, dice el SEÑOR, para convertir esta ciudad como al Tófet.
Las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán inmundas como el lugar del Tófet, todas las casas sobre cuyos terrados quemaron incienso a todo el ejército del cielo y derramaron libaciones a otros dioses’ ”.
Jeremías regresó del Tófet, a donde el SEÑOR lo había enviado para profetizar. Luego se puso de pie en el atrio de la casa del SEÑOR y dijo a todo el pueblo:
“Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: ‘He aquí, yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus aldeas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no escuchar mis palabras’ ”.