Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 32:38-44 verso por verso
Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.
Les daré un solo corazón y un solo camino, a fin de que me teman perpetuamente, para su propio bien y para el bien de sus hijos después de ellos.
Haré con ellos un pacto eterno; no desistiré de hacerles bien. Pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.
Me regocijaré por causa de ellos al hacerles el bien. Los plantaré en esta tierra con verdad, con todo mi corazón y con toda mi alma”.
Porque así ha dicho el SEÑOR: “Así como traje sobre este pueblo todo este gran mal, así traeré sobre ellos todo el bien que hablo acerca de ellos.
Y se comprarán campos en esta tierra de la cual ustedes dicen: ‘Está desolada, sin hombres y sin animales, y es entregada en mano de los caldeos’.
Comprarán campos por dinero; harán documentos, los sellarán y llamarán testigos, en tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, en las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la Sefela y en las ciudades del Néguev, porque yo los restauraré de su cautividad”, dice el SEÑOR.