Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 36:1-8 verso por verso
Aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que vino a Jeremías esta palabra de parte del SEÑOR, diciendo:
“Toma un rollo de pergamino y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel, contra Judá y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, en los días de Josías, hasta el día de hoy.
Quizás la casa de Judá oiga de todo el mal que yo pienso hacerles, y se vuelva cada uno de su mal camino, para que yo perdone su maldad y su pecado”.
Entonces Jeremías llamó a Baruc hijo de Nerías, y Baruc escribió en un rollo de pergamino todas las palabras que el SEÑOR le había hablado, según el dictado de Jeremías.
Después Jeremías mandó a Baruc diciendo: “Yo estoy impedido; no puedo entrar en la casa del SEÑOR.
Pues entra tú en la casa del SEÑOR en un día de ayuno, y lee del rollo las palabras del SEÑOR que te he dictado, a oídos del pueblo, y también a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades.
Quizás la súplica de ellos llegue a la presencia del SEÑOR, y se vuelva cada uno de su mal camino. Porque grande es el furor y la ira que el SEÑOR ha expresado contra este pueblo”.
Baruc hijo de Nerías hizo conforme a todo lo que le mandó el profeta Jeremías, y leyó del libro las palabras del SEÑOR, en la casa del SEÑOR.