Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 39:2-9 verso por verso
En el noveno día del mes cuartob del año once de Sedequías, se abrió una brecha en la ciudad.
Entonces llegaron todos los oficiales del rey de Babilonia: Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarsequim el Rabsaris, Nergal-sarezer el Rabmag y todos los demás oficiales del rey de Babilonia. Y se instalaron junto a la puerta del Centro.
Sucedió que al verlos, Sedequías rey de Judá y todos los hombres de guerra huyeron. Salieron de noche de la ciudad por el camino del jardín del rey, por la puerta que había entre los dos muros. Se dirigieron hacia el Arabá;
pero el ejército de los caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en las llanuras de Jericó. Lo tomaron preso y lo llevaron ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, en Ribla, en la tierra de Hamat; y este pronunció sentencia contra aquel.
El rey de Babilonia degolló en Ribla a los hijos de Sedequías, en presencia de este. Asimismo, el rey de Babilonia hizo degollar a todos los nobles de Judá.
Al rey Sedequías le sacó los ojos y lo aprisionó con cadenas de bronce para llevarlo a Babilonia.
Después los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y demolieron los muros de Jerusalén.
Al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, además de los desertores que se habían pasado a él, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los hizo llevar cautivos a Babilonia, junto con el resto del pueblo que había quedado.