Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 44:24-30 verso por verso
Jeremías dijo además a todo el pueblo y a las mujeres: — Oigan la palabra del SEÑOR, todos los de Judá que están en la tierra de Egipto.
Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “Ustedes y sus mujeres han hablado con sus bocas y lo han realizado con sus manos, diciendo: ‘Sin falta cumpliremos nuestros votos que hemos hecho, de quemar incienso a la Reina del Cielo y de derramarle libaciones’. ¡De veras que confirman sus votos y ponen sus votos por obra!”.
Por tanto, oigan la palabra del SEÑOR, todos los de Judá que habitan en la tierra de Egipto: “He aquí, ha dicho el SEÑOR, he jurado por mi gran nombre que no será invocado más mi nombre en toda la tierra de Egipto por la boca de ningún hombre de Judá, diciendo: ‘¡Vive el SEÑOR Dios!’.
He aquí que yo vigilo sobre ellos para mal, y no para bien. Todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto serán exterminados por la espada y por el hambre, hasta que perezcan del todo.
Los que escapen de la espada regresarán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, en número reducido. Y todo el remanente de Judá, que ha entrado en Egipto para residir allí, sabrá de quién es la palabra que ha de prevalecer: si la mía o la de ellos.
Esto tendrán por señal, dice el SEÑOR, de que los castigaré en este lugar, para que sepan que ciertamente mis palabras prevalecerán sobre ustedes para mal.
Así ha dicho el SEÑOR: He aquí que yo entrego al faraón Hofra, rey de Egipto, en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan su vida, como entregué a Sedequías, rey de Judá, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo que buscaba su vida”.