Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 46:2-16 verso por verso
En cuanto a Egipto, contra el ejército del faraón Necao, rey de Egipto, el cual estaba en Carquemis, cerca del río Éufrates, y al cual derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá:
“Alisten escudo y defensa; acérquense a la batalla.
Unjan los caballos y suban ustedes, oh jinetes. Preséntense con cascos, pulan las lanzas, vístanse de cota de malla.
¿Por qué los veo medrosos, volviéndose atrás? Sus valientes han sido deshechos; han huido buscando refugio, sin mirar atrás. ¡El terror está por todas partes!, dice el SEÑOR.
No huya el veloz ni escape el valiente. En el norte tropezaron y cayeron, junto a la ribera del Éufrates.
“¿Quién es este que sube como el Nilo y cuyas aguas se agitan como ríos?
Egipto, que se alza como el Nilo, y cuyas aguas se agitan como ríos, dijo: ‘Subiré, cubriré la tierra; destruiré las ciudades y sus habitantes’.
Suban, caballos; corran, carros, como locos; salgan, valientes, los de Etiopía y los de Libia que toman escudo, y los de Lidia que toman y entesan el arco.
“Pero ese día será día de venganza para el SEÑOR Dios de los Ejércitos, para vengarse de sus enemigos. La espada devorará y se saciará; se embriagará con la sangre de ellos. Porque el SEÑOR Dios de los Ejércitos tendrá un sacrificio en la tierra del norte, junto al río Éufrates.
“Sube a Galaad y toma bálsamo, oh virgen hija de Egipto. En vano has multiplicado las medicinas; no hay curación para ti.
Las naciones oyeron de tu afrenta, y tu clamor llenó la tierra; porque el fuerte tropezó con el fuerte, y cayeron ambos al mismo tiempo”.
La palabra que habló el SEÑOR al profeta Jeremías, acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto:
“Anunciad en Egipto y hacedlo saber en Migdol; hacedlo saber en Menfis y en Tafnes. Digan: ‘Preséntate y prepárate, porque la espada va a devorar tus fronteras’.
“¿Por qué ha huido Apis?. Tu buey no pudo mantenerse en pie, porque el SEÑOR lo derribó.
Hizo tropezar a muchos; sí, cada uno cayó sobre su compañero. Y dijeron: ‘Levántate, y volvamos a nuestro pueblo; volvamos a la tierra de nuestro nacimiento, por causa de la espada opresora’.