Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 48:1-13 verso por verso
En cuanto a Moab, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: “¡Ay de Nebo, porque es destruido! Quiriataim es avergonzada y capturada; la ciudadela es avergonzada y arrasada.
No hay más alabanza para Moab. En Hesbón planearon el desastre contra ella, diciendo: ‘Vengan, eliminémosla de entre las naciones’. Tú también, Madmena, serás silenciada; la espada irá en pos de ti.
“Voz de clamor proviene de Horonaim: ‘¡Destrucción y gran quebranto!’.
Moab ha sido quebrantado; oigan el griterío de sus pequeños.
Por la cuesta de Lujit sube con llanto continuo; por la bajada de Horonaim los enemigos oyen el clamor del quebranto.
Huyan, salven sus vidas y sean como el asno montés en el desierto.
Por cuanto confiaste en tus obras y tesoros, tú también serás tomado. Quemós será llevado en cautividad, junto con sus sacerdotes y principales.
Vendrá el destructor a cada ciudad, y ninguna escapará. También será arruinado el valle, y será destruida la llanura, como ha dicho el SEÑOR.
“Den alas a Moab, porque se irá volando. Sus ciudades serán desoladas hasta no quedar en ellas habitante.
¡Maldito el que haga con negligencia la obra del SEÑOR! ¡Maldito el que retraiga su espada de la sangre!
“Tranquilo estaba Moab desde su juventud; sobre sus sedimentos ha estado reposado. No ha sido vaciado de vaso en vaso ni ha ido en cautividad. Por eso ha quedado en él su sabor, y su olor no se ha mutado.
Por tanto, he aquí que vienen días, dice el SEÑOR, en que yo le enviaré quienes lo hagan vaciar, y lo vaciarán. Dejarán vacías sus vasijas y destrozarán sus tinajas.
Moab se avergonzará de Quemós, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, en la cual puso su confianza.