Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 48:10-11 verso por verso
¡Maldito el que haga con negligencia la obra del SEÑOR! ¡Maldito el que retraiga su espada de la sangre!
“Tranquilo estaba Moab desde su juventud; sobre sus sedimentos ha estado reposado. No ha sido vaciado de vaso en vaso ni ha ido en cautividad. Por eso ha quedado en él su sabor, y su olor no se ha mutado.