Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 50:16-40 verso por verso
Eliminen de Babilonia al sembrador y al que toma la hoz en el tiempo de la siega. Ante la espada opresora, cada cual mirará hacia su propio pueblo, y cada cual huirá a su propio país.
“Oveja descarriada es Israel; los leones la ahuyentaron. Primero la devoró el rey de Asiria; y finalmente la deshuesó Nabucodonosor, rey de Babilonia.
Por tanto, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.
A Israel traeré de nuevo a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán. En los montes de Efraín y en Galaad se saciará su alma.
En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, será buscada la maldad de Israel, y no aparecerá; los pecados de Judá, y no serán hallados más. Porque perdonaré al remanente que yo haya dejado.
“Sube contra la tierra de Merataim, y contra los habitantes de Pecod. Devasta y destruye tras ellos, dice el SEÑOR; haz conforme a todo lo que yo te he mandado.
Estruendo de guerra hay en la tierra, y gran quebrantamiento.
¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo ha sido convertida Babilonia en objeto de horror en medio de las naciones!
Te puse trampas, oh Babilonia. Fuiste atrapada, ¡y tú no lo supiste! Fuiste hallada y también fuiste apresada, porque contendiste contra el SEÑOR.
El SEÑOR ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su furor, porque esta es obra del SEÑOR Dios de los Ejércitos en la tierra de los caldeos.
“Vengan contra ella desde los confines. Abran sus graneros; conviértanla en montones y destrúyanla por completo. ¡Que no le queden sobrevivientes!
Destruyan todos sus toros. ¡Que desciendan al matadero! ¡Ay de ellos! Porque ha venido su día, el tiempo de su castigo.
¡Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para anunciar en Sion la venganza del SEÑOR nuestro Dios, la venganza por su templo!
Convoquen contra Babilonia a los arqueros, a todos los que entesan el arco. Asienten campamentos contra ella en derredor. No haya en ella quien escape; retribúyanle según su obra. Hagan con ella conforme a todo lo que hizo; porque contra el SEÑOR se insolentó, contra el Santo de Israel.
Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán silenciados en aquel día, dice el SEÑOR.
“He aquí, yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el SEÑOR Dios de los Ejércitos; porque ha llegado tu día, el tiempo en que te he de castigar.
El soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante. Encenderé fuego en sus ciudades, el cual devorará todos sus alrededores”.
Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “Oprimidos están los hijos de Israel y los hijos de Judá. Todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar.
Pero su Redentor es fuerte; el SEÑOR de los Ejércitos es su nombre. Ciertamente abogará por la causa de ellos para hacer reposar la tierra y turbar a los habitantes de Babilonia.
“La espada viene contra los caldeos, dice el SEÑOR; contra los habitantes de Babilonia, contra sus magistrados y contra sus sabios.
La espada viene contra los adivinos, y serán entontecidos; la espada viene contra sus valientes, y serán destrozados.
La espada viene contra sus caballos y sobre sus carros; viene contra toda clase de gente que hay en medio de ella, y serán como mujeres. La espada viene contra sus tesoros, y serán saqueados.
Sequedad viene sobre sus aguas, y se secarán. Porque es tierra de imágenes, y por sus ídolos horribles se enloquecen.
“Por tanto, allí morarán las fieras del desierto con las hienas; también habitarán en ella los avestruces. Nunca más será habitada ni será poblada de generación en generación.
Como cuando Dios trastornó a Sodoma, a Gomorra y a las ciudades vecinas, dice el SEÑOR, no morará allí nadie ni la habitará hijo de hombre.