Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 51:1-14 verso por verso
Así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo levanto un viento destructor contra Babilonia y contra los habitantes de Caldea.
Enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y devastarán su tierra; porque en el día del mal estarán contra ella por todos lados.
No entese su arco el arquero ni toqueb su cota de malla. No perdonarán la vida a sus jóvenes. ¡Destruyan por completo todo su ejército!
“Caerán los muertos en la tierra de los caldeos, y los heridos en sus calles.
Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, del SEÑOR de los Ejércitos. Ciertamente su tierra está llena de culpa contra el Santo de Israel.
“¡Huyan de en medio de Babilonia! Libren, cada uno su vida, para que no sean silenciados a causa de la maldad de ella. Porque es el tiempo de la venganza del SEÑOR; él le dará su retribución.
Una copa de oro fue Babilonia en las manos del SEÑOR; una copa que embriagó a toda la tierra. De su vino bebieron los pueblos, por lo cual se enloquecieron las naciones.
De repente ha caído Babilonia y ha sido quebrantada. Lamenten sobre ella; tomen bálsamo para su dolor. Quizás sanará.
“Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado. Abandónenla y vayamos, cada uno a su país; porque el juicio contra ella ha llegado hasta el cielo y se ha levantado hasta las nubes.
El SEÑOR ha sacado a relucir nuestras justas demandas. ¡Vengan y contemos en Sion de la obra del SEÑOR nuestro Dios!
“Afilen las flechas; embracen los escudos. El SEÑOR ha despertado el espíritu de los reyes de Media; porque su propósito es contra Babilonia, para destruirla. Porque es la venganza del SEÑOR, la venganza por su templo.
“Levanten bandera contra los muros de Babilonia; refuercen la guardia, pongan centinelas, dispongan las emboscadas. Porque el SEÑOR ha hecho un plan y realizará lo que ha dicho acerca de los habitantes de Babilonia.
Oh, tú que habitas junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, el colmo de tu codicia.
El SEÑOR de los Ejércitos ha jurado por sí mismo, diciendo: ‘Yo te llenaré de hombres como de langostas, y contra ti levantarán grito de victoria’.