Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 52:3-11 verso por verso
Ciertamente el furor del SEÑOR estaba sobre Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia. Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Y aconteció el diez del mes décimo del noveno año de su reinado que Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalén. Luego acamparon contra ella, y construyeron muros de asedio contra ella en derredor.
La ciudad estuvo sitiada hasta el décimo primer año del rey Sedequías.
En el noveno día del mes cuarto, prevaleció el hambre en la ciudad, y no había alimentos para el pueblo de la tierra.
Entonces se abrió una brecha en la ciudad, y huyeron todos los hombres de guerra. Salieron de noche de la ciudad, por la puerta que había entre los dos muros, junto al jardín del rey, mientras los caldeos estaban junto y alrededor de la ciudad. Se dirigieron hacia el Arabá,
pero el ejército de los caldeos persiguió al rey Sedequías y lo alcanzó en las llanuras de Jericó; y todo su ejército fue dispersado de su lado.
Entonces prendieron al rey y lo llevaron ante el rey de Babilonia, en Ribla, en la tierra de Hamat, y este pronunció sentencia contra aquel.
El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías en su presencia, y también degolló en Ribla a todos los magistrados de Judá.
Y a Sedequías le sacó los ojos y lo aprisionó con cadenas de bronce. El rey de Babilonia lo hizo llevar cautivo a Babilonia y lo puso en la cárcel hasta el día en que murió.