Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 8:11-16 verso por verso
y curan con superficialidad el quebranto de la hija de mi pueblo, diciendo: ‘Paz, paz’. ¡Pero no hay paz!
“¿Acaso se han avergonzado de haber hecho abominación? ¡Ciertamente no se han avergonzado ni han sabido humillarse! Por tanto, caerán entre los que caigan; en el tiempo de su castigo tropezarán, ha dicho el SEÑOR.
¡De cierto acabaré con ellos!, dice el SEÑOR. No quedarán uvas en la vid ni higos en la higuera. Hasta las hojas se marchitarán, y lo que les he dado pasará de ellos”.
¿Por qué nos quedamos sentados? Reúnanse, y entremos en las ciudades fortificadas y perezcamos allí, porque el SEÑOR nuestro Dios nos ha hecho perecer. Nos ha hecho beber aguas envenenadas, porque hemos pecado contra el SEÑOR.
Esperamos paz y no hay tal bien; tiempo de sanidad, y he aquí, terror.
Desde Dan se ha oído el relincho de sus caballos. Toda la tierra tiembla a causa del relincho de sus corceles. Vienen y devoran la tierra y su plenitud, la ciudad y sus habitantes.