Explicación, estudio y comentario bíblico de Jeremias 8:18-22 verso por verso
El dolor se sobrepone a mí sin remedio; mi corazón está enfermo.
¡He aquí, la voz del grito de la hija de mi pueblo que viene de lejana tierra! ¿Acaso no está el SEÑOR en Sion? ¿Acaso no está en ella su Rey? ¿Por qué me han provocado a ira con sus imágenes talladas, con las vanidades del extranjero?
Ha pasado la siega, se ha acabado el verano, ¡y nosotros no hemos sido salvos!
Quebrantado estoy por el quebranto de la hija de mi pueblo. Estoy enlutado; el horror se ha apoderado de mí.
¿Acaso no hay bálsamo en Galaad? ¿Acaso no hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hay sanidad para la hija de mi pueblo?