-
¿Por qué escondes tu rostro y me consideras tu enemigo?
-
¿Aterras a una hoja que es arrebatada? ¿Has de perseguir a una paja seca?
-
Pues escribes contra mí cosas amargas y me haces sufrir por los pecados de mi juventud.
-
Pones mis pies en el cepo y vigilas todas mis sendas; imprimes marcas en las plantas de mis pies.
-
Así el hombre se gasta como un odre, como un vestido comido por la polilla.
Continúa después de la publicidad