-
Lo aterran la tristeza y la aflicción; lo abruman como un rey listo para el ataque.
-
Porque ha extendido su mano contra Dios, y se ha comportado con soberbia contra el Todopoderoso.
-
Porque embiste contra él con cuello erguido, con el doble grosor de su escudo.
Continúa después de la publicidad