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si he visto a alguien perecer por falta de vestido o que el necesitado carezca de abrigo,
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si no me bendijeron sus lomos ni se abrigó con el vellón de mis ovejas,
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si he alzado mi mano contra el huérfano cuando me vi apoyado en el tribunal,
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entonces desgájese del hombro mi brazo, y sepárese mi brazo de mi antebrazo.
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