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»Porque, ¿quién ha dicho a Dios: “Ya he llevado mi castigo; no volveré a ofender.
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Enséñame tú lo que yo no puedo ver; y si hice maldad, no lo volveré a hacer”?
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¿Acaso ha de retribuir según tus condiciones porque tú rechazas las suyas? Pues tú eres quien escoge, y no yo; habla entonces lo que sabes.
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