-
»¿Qué hombre hay como Job, que bebe el escarnio como agua,
-
que va en compañía con los que obran iniquidad y anda con los hombres impíos?
-
Pues ha dicho: “El hombre no sacará provecho de estar de acuerdo con Dios”.
-
»Por tanto, óiganme, hombres entendidos. ¡Lejos esté de Dios la impiedad, y del Todopoderoso la iniquidad!
-
Porque él retribuye al hombre de acuerdo con sus obras, y hace que cada uno halle lo que corresponde a sus caminos.
-
Realmente, Dios no hará injusticia; el Todopoderoso no pervertirá el derecho.
-
¿Quién le ha puesto a cargo de su tierra? ¿Quién le ha encomendado el mundo entero?
-
Si él se propusiera en su corazón y retirara su espíritu y su aliento,
-
toda carne perecería juntamente y el hombre volvería al polvo.
-
»Si has entendido, oye esto; escucha la voz de mis palabras:
-
¿Acaso gobernará el que aborrece el derecho? ¿Condenarás al Justo y Poderoso?
-
Él es el que dice al rey: “¡Perverso!”, o a los nobles: “¡Impíos!”.
Continúa después de la publicidad