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»Claman a causa de la mucha opresión; gritan a causa del poderío de los grandes.
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Sin embargo, nadie pregunta: “¿Dónde está Dios, mi Hacedor, que da canciones en la noche,
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que nos enseña por medio de los animales de la tierra, y que nos hace sabios mediante las aves de los cielos?”.
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Allí claman, pero él no responde, a causa de la soberbia de los malos.
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Ciertamente Dios no escucha la falsedad; el Todopoderoso ni la mira.
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¡Cuánto menos cuando dices que, aunque no lo veas, tu causa está delante de él y que a él tú esperas!
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»Ahora bien, porque su ira no ha castigado, ni ha considerado de veras la rebelión,
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vanamente ha abierto Job su boca, y sin conocimiento multiplica palabras.
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