-
»Recuerda, por favor, ¿quién ha perecido por ser inocente? ¿Dónde han sido destruidos los rectos?
-
Como he visto, los que aran iniquidad y siembran sufrimiento cosechan lo mismo.
-
Perecen por el aliento de Dios, y por el soplo de su ira son consumidos.
-
El rugido del león, el gruñido del cachorro, y los dientes de los leoncillos son quebrantados.
-
El león perece por falta de presa, y los hijos de la leona se dispersan.
-
»Un mensaje me ha sido traído en secreto, y mi oído ha percibido un susurro de ello:
-
En medio de los inquietantes pensamientos de las visiones nocturnas, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres,
-
me sobrevinieron espanto y estremecimiento que aterraron todos mis huesos.
-
Entonces un fantasma pasó frente a mí, e hizo que se erizara el vello de mi cuerpo.
-
Se detuvo, pero yo no reconocí su semblante. Ante mis ojos había una imagen, y oí una voz apacible:
-
“¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más puro que su Hacedor?
-
Si Dios no se fía ni de sus siervos y aun en sus ángeles halla errores,