-
Nadie hay tan osado que lo despierte. ¿Quién podrá presentarse delante de él?
-
¿Quién me ha dado primero para que yo le restituya? ¡Todo lo que hay debajo del cielo, mío es!
-
»No guardaré silencio acerca de sus miembros, ni de sus proezas, ni de su gallarda figura.
-
¿Quién podrá levantar la superficie de su vestidura? ¿Quién se acercará a él con su doble coraza?
Continúa después de la publicidad