-
Él pone en alto a los humillados, y los enlutados logran gran liberación.
-
Él frustra los planes de los astutos, para que sus manos no logren su propósito.
-
Él atrapa a los sabios en sus argucias, y el designio de los sagaces es trastornado.
-
De día se encuentran con las tinieblas, y a mediodía andan a tientas como de noche.
-
Él libra al desolado de la boca de ellos, y al pobre de la mano del fuerte.
-
Así habrá esperanza para el necesitado, y la perversidad cerrará su boca.
-
»¡He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios disciplina! No menosprecies la corrección del Todopoderoso.
-
Porque él hiere pero también venda; él golpea pero sus manos sanan.
Continúa después de la publicidad