-
»¡He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios disciplina! No menosprecies la corrección del Todopoderoso.
-
Porque él hiere pero también venda; él golpea pero sus manos sanan.
-
En seis tribulaciones te librará; y en siete no te tocará el mal.
-
En el hambre te redimirá de la muerte; y en la guerra, del poder de la espada.
Continúa después de la publicidad