-
— ¡Oh, si pudieran pesar mi angustia y pusiesen juntamente mi ruina en la balanza!
-
Ciertamente ahora pesarían más que la arena de los mares. Por eso mis palabras han sido precipitadas;
-
porque las flechas del Todopoderoso están en mí, y mi espíritu bebe su veneno. Me combaten los terrores de parte de Dios.
Continúa después de la publicidad