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Si se trata de fuerzas, ¡he aquí que es poderoso! Si se trata de juicio, ¿quién lo convocará?
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Si me declaro justo mi boca me condena; si íntegro, él me declara culpable.
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¿Soy íntegro? Ni yo mismo me conozco. ¡Desprecio mi vida!
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Da lo mismo, por lo cual digo: “Al íntegro y al impío, él los consume”.
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