Explicación, estudio y comentario bíblico de Joel 1:2-13 verso por verso
Escuchen esto, ancianos; y presten atención, todos los habitantes de la tierra. ¿Ha sucedido algo semejante en sus días o en los de sus padres?
Contarán de esto a los hijos de ustedes, y ellos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación.
Lo que dejó la oruga lo comió la langosta, y lo que dejó la langosta lo comió el pulgón, y lo que dejó el pulgón lo comió el saltón.
¡Despierten, borrachos, y lloren! ¡Giman, todos los que beben vino, porque el mosto es quitado de su boca!
Porque un pueblo ha subido a mi tierra, fuerte y sin número. Sus dientes son como dientes de león, y sus muelas son de leona.
Ha convertido mi vid en desolación y mi higuera en tronco. La ha desnudado por completo y la ha derribado; sus ramas han quedado blancas.
¡Suspira tú, como una joven ceñida de cilicio a causa del marido de su juventud!
Han sido eliminadas de la casa del SEÑOR la ofrenda vegetal y la libación. Los sacerdotes que sirven al SEÑOR están de duelo.
El campo es devastado y la tierra se enluta; porque el trigo es destruido, se seca el mosto y se agota el aceite.
Constérnense, oh labradores; giman, oh viñadores, por el trigo y la cebada; porque se ha perdido la cosecha del campo.
Se seca la vid, se echa a perder la higuera; también el granado, la palmera y el manzano. Se han secado todos los árboles del campo, por lo cual se ha desvanecido la alegría de los hijos del hombre.
¡Cíñanse y hagan duelo, oh sacerdotes! ¡Giman, oh servidores del altar! Vengan, duerman sobre cilicio, oh servidores de mi Dios; porque la ofrenda vegetal y líquida han sido quitadas de la casa de su Dios.