Explicación, estudio y comentario bíblico de Joel 2:23-32 verso por verso
Ustedes también, oh hijos de Sion, alégrense y regocíjense en el SEÑOR su Dios, porque les ha dado la lluvia primera en su justa medida. También hará descender sobre ustedes la lluvia temprana y la tardía, como antes.
Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite.
Yo les restituiré los años que comieron la oruga, el pulgón, el saltón y la langosta; mi gran ejército que envié contra ustedes.
Comerán hasta saciarse y alabarán el nombre del SEÑOR su Dios, quien ha hecho maravillas con ustedes. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.
Así sabrán que estoy en medio de Israel, que yo soy el SEÑOR su Dios y que no hay otro. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.
“Sucederá después de esto que derramaré mi Espíritu sobre todo mortal. Sus hijos y sus hijas profetizarán. Sus ancianos tendrán sueños; y sus jóvenes visiones.
En aquellos días también derramaré mi Espíritu sobre los siervos y las siervas.
Realizaré prodigios en los cielos y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo.
El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día del SEÑOR, grande y temible.
Y sucederá que cualquiera que invoque el nombre del SEÑOR será salvo, porque en el monte Sion y en Jerusalén estarán los libertados, como ha dicho el SEÑOR; y entre los sobrevivientes estarán aquellos que el SEÑOR ha llamado.