Explicación, estudio y comentario bíblico de Joel 3:15-21 verso por verso
El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor.
El SEÑOR ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén. Tiemblan los cielos y la tierra, pero el SEÑOR es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel.
Y conocerán que yo soy el SEÑOR su Dios que habito en Sion, mi santo monte. Santa será Jerusalén y los extraños no pasarán más por ella.
“En aquel día sucederá que los montes gotearán jugo de uvas, las colinas fluirán leche y correrán aguas por todos los arroyos de Judá. Un manantial saldrá de la casa del SEÑOR y regará el valle de Sitim.
Egipto será convertido en desolación, y Edom en desierto desolado por la violencia hecha a los hijos de Judá; porque en su tierra derramaron la sangre inocente.
Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén de generación en generación.
Yo tomaré venganza de la sangre y a nadie daré por inocente”. ¡El SEÑOR habita en Sion!