• Josué 10:3

    Entonces Adonisedec rey de Jerusalén mandó a decir a Hojam rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón:

  • Josué 10:4

    “Suban y ayúdenme a combatir a Gabaón, porque ha hecho la paz con Josué y con los hijos de Israel”.

  • Josué 10:5

    Entonces los cinco reyes de los amorreos (el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón) se reunieron y subieron con todos sus ejércitos. Acamparon frente a Gabaón y combatieron contra ella.

  • Josué 10:6

    Entonces los habitantes de Gabaón mandaron a decir a Josué, al campamento en Gilgal: “No abandones a tus siervos. Sube rápidamente a nosotros para protegernos y ayudarnos, porque todos los reyes de los amorreos que habitan en la región montañosa se han agrupado contra nosotros”.

  • Josué 10:7

    Josué subió de Gilgal con toda la gente de guerra y todos los hombres valientes,

  • Josué 10:8

    y el SEÑOR dijo a Josué: — No tengas temor de ellos, porque yo los he entregado en tu mano. Ninguno de ellos podrá resistir delante de ti.

  • Josué 10:9

    Después de subir toda la noche desde Gilgal, Josué cayó sobre ellos de repente.

  • Josué 10:10

    El SEÑOR los turbó delante de Israel y los hirió con gran mortandad en Gabaón. Los persiguió por el camino que sube a Bet-jorón y los hirió hasta Azeca y Maqueda.

  • Josué 10:11

    Y sucedió que cuando iban huyendo de los israelitas por la bajada de Bet-jorón, el SEÑOR arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos, hasta Azeca; y murieron. Fueron muchos más los que murieron a causa de las piedras del granizo, que aquellos a quienes los hijos de Israel mataron a espada.

  • Josué 10:12

    Entonces Josué habló al SEÑOR el día en que el SEÑOR entregó a los amorreos ante los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: “¡Sol, detente sobre Gabaón; y tú, luna, sobre el valle de Ajalón!”.

  • Josué 10:13

    Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que el pueblo se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? El sol se detuvo en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.

  • Josué 10:14

    Nunca hubo un día semejante ni antes ni después de aquel día, cuando el SEÑOR escuchó la voz de un hombre; porque el SEÑOR combatía por Israel.

  • Josué 10:15

    Luego Josué, y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal.

  • Josué 10:16

    Los cinco reyes huyeron y se escondieron en la cueva de Maqueda.

  • Josué 10:17

    Y le fue dicho a Josué que los cinco reyes habían sido hallados escondidos en la cueva de Maqueda.

  • Josué 10:18

    Entonces Josué dijo: — Hagan rodar grandes piedras a la entrada de la cueva y pongan hombres junto a ella, para que los guarden.

  • Josué 10:19

    Pero ustedes, no se detengan, sino persigan a sus enemigos y hiéranles la retaguardia. No los dejen entrar en sus ciudades, porque el SEÑOR su Dios los ha entregado en su mano.

  • Josué 10:20

    Aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel habían acabado de herirlos con gran mortandad hasta destruirlos, los que quedaron de ellos entraron en las ciudades fortificadas.

  • Josué 10:21

    Después, todo el pueblo regresó ileso al campamento de Josué en Maqueda. No hubo quien dijera algo en contra de los hijos de Israel.

  • Josué 10:22

    Entonces dijo Josué: — Abran la entrada de la cueva y sáquenme de ella a esos cinco reyes.

  • Josué 10:23

    Así lo hicieron y sacaron de la cueva a estos cinco reyes: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón.

Continúa después de la publicidad