• Josué 2:4

    Pero la mujer, que había tomado a los dos hombres y los había escondido, dijo: — Es verdad que vinieron a mí unos hombres, pero yo no sabía de dónde eran.

  • Josué 2:5

    Cuando iba a ser cerrada la puerta de la ciudad, siendo ya oscuro, esos hombres salieron y no sé a dónde se han ido. Persíganlos aprisa y los alcanzarán.

  • Josué 2:6

    Pero ella los había hecho subir a la azotea y los había escondido entre unos manojos de lino que tenía ordenados sobre la azotea.

Continúa después de la publicidad