Explicación, estudio y comentario bíblico de Josué 24:18-24 verso por verso
El SEÑOR ha arrojado de delante de nosotros a todos los pueblos, y a los amorreos que habitaban en el país. Nosotros también serviremos al SEÑOR, porque él es nuestro Dios.
Entonces Josué dijo al pueblo: — No podrán servir al SEÑOR, porque él es un Dios santo y un Dios celoso. Él no soportará sus rebeliones ni sus pecados.
Si ustedes dejan al SEÑOR y sirven a dioses extraños, él se volverá y los castigará, y los exterminará después de haberles hecho bien.
Entonces el pueblo dijo a Josué: — ¡No, sino que al SEÑOR serviremos!
Josué respondió al pueblo: — Ustedes son testigos contra ustedes mismos, de que han escogido al SEÑOR para servirle. Ellos respondieron: — ¡Sí, somos testigos!
Josué dijo: — Quiten, pues, ahora los dioses extraños que están en medio de ustedes, e inclinen su corazón al SEÑOR Dios de Israel.
Y el pueblo respondió a Josué: — ¡Al SEÑOR nuestro Dios serviremos, y su voz obedeceremos!