• Josué 5:3

    Entonces Josué se hizo cuchillos de pedernal y circuncidó a los hijos de Israel en Guivat-haaralo.

  • Josué 5:4

    Esta es la razón por la que Josué los circuncidó: Todos los varones del pueblo que salieron de Egipto, todos los hombres de guerra, habían muerto por el camino en el desierto, después que salieron de Egipto.

  • Josué 5:5

    Todos los que habían salido habían sido circuncidados; pero los que habían nacido en el camino, por el desierto, después que salieron de Egipto, no habían sido circuncidados.

  • Josué 5:6

    Porque los hijos de Israel caminaron por el desierto cuarenta años, hasta que murió toda la nación, es decir, los hombres de guerra que salieron de Egipto; pues no habían obedecido la voz del SEÑOR. Por eso el SEÑOR les juró que no los dejaría ver la tierra que él había jurado a sus padres que nos daría: una tierra que fluye leche y miel.

  • Josué 5:7

    Y fue a estos, a los hijos de aquellos, a quienes el SEÑOR había levantado en su lugar, a los que Josué circuncidó. Eran incircuncisos, porque no habían sido circuncidados en el camino.

  • Josué 5:8

    Cuando habían acabado de circuncidar a toda la gente, se quedaron en el campamento en el mismo lugar, hasta que se sanaron.

  • Josué 5:9

    Entonces el SEÑOR dijo a Josué: “Hoy he quitado de ustedes la afrenta de Egipto”. Por eso se llamó el nombre de aquel lugar Gilgal, hasta el día de hoy.

  • Josué 5:10

    Los hijos de Israel acamparon en Gilgal y celebraron la Pascua el día catorce del mes primero, al atardecer, en las llanuras de Jericó.

  • Josué 5:11

    Al día siguiente de la Pascua, en ese mismo día, comieron del producto de la tierra, panes sin levadura y espigas tostadas.

  • Josué 5:12

    Y el maná cesó al día siguiente, cuando comenzaron a comer del fruto de la tierra. Los hijos de Israel nunca más tuvieron maná. Más bien, ese año ya comieron del producto de la tierra de Canaán.

  • Josué 5:13

    Sucedió que estando Josué cerca de Jericó, alzó los ojos y miró; y he aquí que un hombre estaba delante de él, con su espada desenvainada en su mano. Josué, yendo hacia él, le preguntó: — ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?

  • Josué 5:14

    Él le respondió: — No. Yo soy el Jefe del Ejército del SEÑOR, que he venido ahora. Entonces Josué, postrándose en tierra sobre su rostro lo adoró y le preguntó: — ¿Qué dice mi Señor a su siervo?

  • Josué 5:15

    El Jefe del Ejército del SEÑOR respondió a Josué: — Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde tú estás santo es. Y Josué lo hizo así.

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