• Josué 8:29

    Al rey de Hai lo colgó de un árbol hasta el atardecer. Cuando el sol se ponía, Josué mandó que quitaran su cuerpo del árbol y lo echaran a la puerta de la ciudad, donde levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta el día de hoy.

  • Josué 8:30

    Entonces Josué edificó en el monte Ebal un altar al SEÑOR Dios de Israel,

  • Josué 8:31

    como Moisés siervo del SEÑOR había mandado a los hijos de Israel y como está escrito en el libro de la ley de Moisés: un altar de piedras sin labrar sobre las cuales nadie había alzado herramientas de hierro. Sobre él ofrecieron holocaustos al SEÑOR e hicieron sacrificios de paz.

  • Josué 8:32

    También escribió allí sobre las piedras, en presencia de los hijos de Israel, una copia de la ley de Moisés, que él había escrito.

  • Josué 8:33

    Y todo Israel, sus ancianos, oficiales y jueces, tanto extranjeros como naturales, estaban de pie a ambos lados del arca delante de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR. La mitad de ellos estaba hacia el monte Gerizim y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que Moisés siervo del SEÑOR lo había mandado, para que bendijeran primeramente al pueblo de Israel.

  • Josué 8:34

    Después de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la Ley.

  • Josué 8:35

    No hubo palabra alguna de todas las cosas que mandó Moisés, que Josué no leyera delante de toda la congregación de Israel, incluyendo las mujeres, los niños y los extranjeros que vivían entre ellos.

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