Explicación, estudio y comentario bíblico de Josué 8:3-19 verso por verso
Josué y toda la gente de guerra se levantaron para subir contra Hai. Josué escogió treinta mil hombres fuertes, a quienes envió de noche,
y les mandó diciendo: — Miren, pondrán una emboscada detrás de la ciudad. No se alejen mucho de la ciudad, y estén todos preparados.
Yo y toda la gente que está conmigo nos acercaremos a la ciudad. Y sucederá que cuando salgan contra nosotros como la primera vez, huiremos delante de ellos.
Saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad porque dirán: “Huyen de nosotros como la primera vez”. Huiremos, pues, delante de ellos,
y ustedes se levantarán de la emboscada y se apoderarán de la ciudad, pues el SEÑOR su Dios la entregará en la mano de ustedes.
Y sucederá que cuando hayan tomado la ciudad, le prenderán fuego. Harán conforme a la palabra del SEÑOR. Miren que yo se lo he mandado.
Entonces Josué los envió, y ellos se fueron al lugar de la emboscada y se pusieron entre Betel y Hai, al oeste de Hai. Josué pasó aquella noche en medio del pueblo,
y levantándose Josué muy de mañana pasó revista al pueblo. Luego subió delante del pueblo contra Hai, junto con los ancianos de Israel.
Toda la gente de guerra que estaba con él subió y se acercó; llegaron frente a la ciudad y acamparon hacia el norte de Hai, estando el valle entre ellos y Hai.
Tomó unos cinco mil hombres y los puso en emboscada entre Betel y Hai, hacia el lado oeste de la ciudad.
Así ordenaron a la gente: todo el campamento hacia el lado norte de la ciudad, y la guardia emboscada hacia el oeste de la ciudad. Y Josué pasó aquella noche en medio del valle.
Sucedió que cuando el rey de Hai vio esto, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron muy de mañana y salieron al encuentro de Israel, para combatir él y todo su pueblo frente al Arabá, en el lugar acordado, no sabiendo que le estaba puesta una emboscada detrás de la ciudad.
Josué y todo Israel, fingiéndose vencidos ante ellos, huyeron por el camino del desierto.
Todo el pueblo que estaba en Hai se reunió para perseguirlos. Y persiguieron a Josué, siendo así alejados de la ciudad.
No quedó hombre en Hai y en Betel que no saliera tras Israel. Y por perseguir a Israel, dejaron la ciudad abierta.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: — Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Josué extendió hacia la ciudad la lanza que tenía en su mano.
Y levantándose rápidamente de su lugar, los hombres que estaban en la emboscada corrieron cuando él extendió su mano, y entraron en la ciudad. Así la tomaron y se apresuraron a prender fuego a la ciudad.