Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 10:27-31 verso por verso
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.
Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre, que me las ha dado, es mayor que todos y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre.
Yo y el Padre uno somos.
Los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.