Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 13:12-28 verso por verso
Así que, después de haberles lavado los pies, tomó su manto, se volvió a sentar a la mesa y les dijo: — ¿Entienden lo que les he hecho?
Ustedes me laman Maestro y Señor y dicen bien, porque lo soy.
Pues bien, si yo, el Señor y el Maestro, lavé sus pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.
Porque ejemplo les he dado para que, así como yo se los hice, ustedes también lo hagan.
De cierto, de cierto les digo que el siervo no es mayor que su señor ni tampoco el apóstol es mayor que el que lo envió.
Si saben estas cosas, bienaventurados son si las hacen.
No hablo así de todos ustedes. Yo sé a quiénes he elegido; pero para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo levantó contra mí su talón.
Desde ahora les digo, antes de que suceda, para que cuando suceda crean que Yo Soy.
De cierto, de cierto les digo que el que recibe al que yo envío a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió.
Después de haber dicho esto, Jesús se conmovió en espíritu y testificó diciendo: — De cierto, de cierto les digo que uno de ustedes me va a entregar.
Entonces los discípulos se miraban unos a otros dudando de quién hablaba.
Uno de sus discípulos, a quien Jesús amaba, estaba a la mesa recostado junto a Jesús.
A él Simón Pedro le hizo señas para que preguntara quién era aquel de quien hablaba.
Entonces él, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dijo: — Señor, ¿quién es?
Jesús contestó: — Es aquel para quien yo mojo el bocado y se lo doy. Y mojando el bocado, lo tomó y se lo dio a Judas hijo de Simón Iscariote.
Después del bocado, Satanás entró en él. Entonces le dijo Jesús: — Lo que estás haciendo, hazlo pronto.
Ninguno de los que estaban a la mesa entendió para qué le dijo esto