Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 2:9-21 verso por verso
y cuando el encargado del banquete probó el agua ya hecha vino (y no sabía de dónde venía aunque los sirvientes que habían sacado el agua sí lo sabían), llamó al novio
y le dijo: — Todo hombre sirve primero el buen vino y, cuando ya han tomado bastante, entonces saca el inferior. Pero tú has guardado el buen vino hasta ahora.
Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Después de esto, él descendió a Capernaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos; y se quedaron allí no muchos días.
Estaba próxima la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Halló en el templo a los que vendían vacunos, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados.
Y después de hacer un látigo de cuerdas, los echó a todos del templo junto con las ovejas y los vacunos. Desparramó el dinero de los cambistas y volcó las mesas.
A los que vendían palomas les dijo: — ¡Quiten de aquí estas cosas y no hagan más de la casa de mi Padre casa de mercado!
Entonces se acordaron sus discípulos de que estaba escrito: El celo por tu casa me consumirá.
Los judíos respondieron y le dijeron: — Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras?
Respondió Jesús y les dijo: — Destruyan este templo y en tres días lo levantaré.
Por tanto, los judíos dijeron: — Durante cuarenta y seis años se construyó este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días?
Pero él hablaba del templo de su cuerpo.