Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 3:25-30 verso por verso
Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
Fueron a Juan y le dijeron: — Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él!
Respondió Juan y dijo: — Ningún hombre puede recibir nada a menos que le haya sido dado del cielo.
Ustedes mismos son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo sino que he sido enviado delante de él”.
El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, que ha estado de pie y lo escucha, se alegra mucho a causa de la voz del novio. Así, pues, este mi gozo ha sido cumplido.
A él le es preciso crecer, pero a mí menguar.