Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 5:2-9 verso por verso
En Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, hay un estanque con cinco pórticos que en hebreo se llama Betesda.
En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos
Se encontraba allí cierto hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años.
Cuando Jesús lo vio tendido y supo que ya había pasado tanto tiempo así, le preguntó: — ¿Quieres ser sano?
Le respondió el enfermo: — Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras me muevo yo, otro desciende antes que yo.
Jesús le dijo: — Levántate, toma tu cama y anda.
Y en seguida el hombre fue sanado, tomó su cama y anduvo. Y aquel día era sábado.