Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 6:53-66 verso por verso
Y Jesús les dijo: — De cierto, de cierto les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben su sangre, no tienen vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él.
Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, de la misma manera el que me come también vivirá por mí.
Este es el pan que descendió del cielo. No como los padres que comieron y murieron; el que come de este pan vivirá para siempre.
Estas cosas dijo en la sinagoga cuando enseñaba en Capernaúm.
Entonces, al oírlo, muchos de sus discípulos dijeron: — Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: — ¿Esto los escandaliza?
¿Y si vieran al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero?
El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida.
Pero hay entre ustedes algunos que no creen. Pues desde el principio Jesús sabía quiénes eran los que no creían y quién le había de entregar,
y decía: — Por esta razón les he dicho que nadie puede venir a mí a menos que le haya sido concedido por el Padre.
Desde entonces, muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él.