Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 7:1-24 verso por verso
Después de esto, andaba Jesús por Galilea. No quería andar por Judea porque los judíos lo buscaban para matarlo.
Estaba próxima la fiesta de los Tabernáculos de los judíos.
Por tanto, le dijeron sus hermanos: — Sal de aquí y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que haces.
Porque nadie que procura darse a conocer hace algo en oculto. Puesto que haces estas cosas, manifiéstate al mundo.
Pues ni aun sus hermanos creían en él.
Entonces Jesús les dijo: — Mi tiempo no ha llegado todavía pero el tiempo de ustedes siempre está a la mano.
El mundo no puede aborrecerlos a ustedes pero a mí me aborrece porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
Suban ustedes a la fiesta. Yo no subo todavía a esta fiesta porque mi tiempo aún no se ha cumplido.
Habiendo dicho esto, él se quedó en Galilea.
Pero cuando sus hermanos hubieron subido a la fiesta, entonces él también subió, no abiertamente sino en secreto.
Los judíos lo buscaban en la fiesta y decían: — ¿Dónde está aquel?
Había una gran murmuración acerca de él entre las multitudes. Unos decían: “Es bueno”. Pero otros decían: “No, sino que engaña a la gente”.
Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él por miedo de los judíos.
Cuando ya había pasado la mitad de la fiesta, subió Jesús al templo y enseñaba.
Entonces los judíos se asombraban diciendo: — ¿Cómo sabe este de letras sin haber estudiado?
Por tanto, Jesús les respondió y dijo: — Mi doctrina no es mía sino de aquel que me envió.
Si alguien quiere hacer su voluntad, conocerá si mi doctrina proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, este es verdadero y en él no hay injusticia.
¿No les dio Moisés la Ley? Y ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué buscan matarme?
La multitud respondió: — Demonio tienes. ¿Quién busca matarte?
Jesús respondió y les dijo: — Una sola obra hice, y todos se asombran.
Por esto Moisés les dio la circuncisión (no porque sea de Moisés sino de los padres), y en sábado circuncidan al hombre.
Si el hombre recibe la circuncisión en sábado a fin de que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿se enojan conmigo porque en sábado sané a un hombre por completo?
No juzguen según las apariencias sino juzguen con justo juicio.