Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 7:27-39 verso por verso
Pero este, sabemos de dónde es; pero cuando venga el Cristo nadie sabrá de dónde sea.
Entonces Jesús alzó la voz en el templo, enseñando y diciendo: — A mí me conocen y saben de dónde soy. Y yo no he venido por mí mismo; más bien, el que me envió, a quien ustedes no conocen, es verdadero.
Yo lo conozco, porque de él provengo y él me envió.
Entonces procuraban prenderle, pero nadie puso su mano sobre él porque todavía no había llegado su hora.
Muchos del pueblo creyeron en él y decían: “Cuando venga el Cristo, ¿hará más señales que las que hizo este?”.
Los fariseos oyeron que la multitud murmuraba estas cosas acerca de él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para tomarlo preso.
Entonces dijo Jesús: — Todavía estaré con ustedes un poco de tiempo; luego iré al que me envió.
Me buscarán y no me hallarán, y a donde yo estaré ustedes no podrán ir.
Entonces los judíos se decían entre sí: — ¿A dónde se ha de ir este, que nosotros no lo hallemos? ¿Acaso ha de ir a la dispersión entre los griegos para enseñar a los griegos?
¿Qué significa este dicho que dijo: “Me buscarán y no me hallarán, y no podrán ir a donde yo estaré”?
Pero en el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso de pie y alzó la voz diciendo: — Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior.
Esto dijo acerca del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues todavía no había sido dado el Espíritu porque Jesús aún no había sido glorificado.