Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 8:11-15 verso por verso
Y ella dijo: — Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: — Ni yo te condeno. Vete y, desde ahora, no peques más].
Jesús les habló otra vez a los fariseos diciendo: — Yo soy la luz del mundo. El que me sigue nunca andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida.
Entonces los fariseos le dijeron: — Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
Jesús respondió y les dijo: — Aun si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero porque sé de dónde vine y a dónde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.
Ustedes juzgan según la carne pero yo no juzgo a nadie.