Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 8:21-38 verso por verso
Luego Jesús les dijo otra vez: — Yo me voy, y me buscarán; pero en su pecado morirán. A donde yo voy ustedes no pueden ir.
Entonces los judíos decían: — ¿Será posible que se habrá de matar a sí mismo? Pues dice: “A donde yo voy, ustedes no pueden ir”.
Él les decía: — Ustedes son de abajo; yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo; yo no soy de este mundo.
Por esto les dije que morirán en sus pecados; porque a menos que crean que Yo Soy, en sus pecados morirán.
Así que le decían: — Tú, ¿quién eres? Entonces Jesús les dijo: — Lo mismo que les vengo diciendo desde el principio.
Muchas cosas tengo que decir y juzgar de ustedes. Pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de parte de él, esto hablo al mundo.
Pero no entendieron que les hablaba del Padre.
Entonces Jesús les dijo: — Cuando hayan levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderán que Yo Soy, y que nada hago de mí mismo sino que estas cosas hablo así como el Padre me enseñó.
Porque el que me envió, conmigo está. El Padre no me ha dejado solo porque yo hago siempre lo que le agrada a él.
Mientras él decía estas cosas, muchos creyeron en él.
Por tanto, Jesús decía a los judíos que habían creído en él: — Si ustedes permanecen en mi palabra serán verdaderamente mis discípulos;
y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Le respondieron: — Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Llegarán a ser libres”?
Jesús les respondió: — De cierto, de cierto les digo que todo aquel que practica el pecado es esclavo del pecado.
El esclavo no permanece en la casa para siempre; el Hijo sí queda para siempre.
Así que, si el Hijo los hace libres, serán verdaderamente libres.
Sé que son descendientes de Abraham; no obstante, procuran matarme porque mi palabra no tiene cabida en ustedes.
Yo hablo de lo que he visto estando con el Padre, y ustedes hacen lo que han oído de parte de su padre.